jueves, 30 de agosto de 2018

ORACIÓN DE APERTURA




Abro mi corazón al mundo
Abro mi mente a la imaginación
Abro mi cuerpo a la tierra que habito
Abro mis brazos al amor que recibo
Abro mis manos a la abundancia que llega
Abro mi escritura a la sabiduría que me transita
Abro mis pies a las huellas del presente
Abro mis piernas a la vida que transcurre
Abro mi hígado a la rabia que suelto
Abro mi pecho a las lágrimas de los ríos
Abro mis heridas a la compasión de los mares
Abro mis hombros a la herencia de mis ancestros
Abro mis rodillas al orgullo que se va
Abro mi espalda al camino recorrido
Abro mi alma a la conciencia universal
Abro mi espíritu a la paz cósmica
Abro mi ser al destino

(*) Foto de Gertrudis Losada Alva del Río Arnoia. 8 de septiembre de 2016.

jueves, 2 de agosto de 2018

Oración del Árbol nuestro de cada día



Guardián de la vida
en la Tierra que nos susurras
con tu ejemplo
el camino a seguir,
despliega tu copa
en el manto de nuestros bosques.

Tu lengua es ley.
Tu palabra savia.
Si no lo es, debiera serlo.

Sagrado es tu ser
pues convoca el poder
de la lluvia
y cubre nuestra pena
con su sombra.

Árbol nuestro de cada día,
no te mueras hoy ni nunca,
todavía.

Te rindo en estos versos
los restos de una plegaria
antigua.

Me pliego con la fe de tus ramas
a las raíces de tu especie.

Tu ausencia es la muerte.

Por favor, por favor, quédate,
permanece,
y yo haré que te rieguen.

(*) Fotografía de Gertrudis Losada Alva. El Camino. Bosque de Lalín 2016.